El asesinato de tres policías en Zacatecas enciende la alarma por la violencia contra las corporaciones en México

Tres policías aparecieron asesinados esta semana en Sombrerete, Zacatecas, en el norte de México, en un nuevo evento de violencia contra las corporaciones, que deja unas cifras de escándalo. Desde que empezó el actual Gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, 1.440 agentes han perdido la vida por ataques de criminales, la mayoría en el ámbito municipal.

Según la organización Causa en Común, que inició el conteo con el cambio de administración, Zacatecas se destaca como uno de los estados más afectados por el fenómeno. En 2020, al menos 26 policías murieron asesinados en el Estado. En 2021 fueron 36 y en las primeras cuatro semanas de 2022 ya suman 11, la región que más casos registra, seguida muy de lejos por el Estado de México, con tres.

En Sombrerete, municipio que colinda con el Estado de Durango, los cuerpos de los agentes aparecieron en un carro particular, una camioneta color arena abandonada en un camino a las afueras del pueblo. Autoridades estatales señalan que los cuerpos presentaban heridas producidas por arma de fuego. Según reportes de la prensa local, sus caras estaban cubiertas con cinta adhesiva.

El alcalde del municipio, Alan Murillo, divulgó un mensaje de solidaridad con las familias de los asesinados y pidió que no se comparta “información errónea” sobre lo ocurrido. No hace aún ni tres semanas que Murillo entregó reconocimientos a agentes veteranos del municipio por su “trabajo y entrega”. Murillo señaló entonces: “Cabe recordar que Zacatecas fue uno de los estados donde fallecieron más policías en 2021″.

Poco se sabe sobre las posibles causas del ataque, ni siquiera a modo de rumor en la prensa de nota roja local. Uno de los asesinados, Óscar Felipe Vera, era el subdirector de la corporación municipal, o al menos lo fue hasta noviembre pasado, según comunicados de prensa oficiales. En el medio regional NTR se apunta que Vera había dejado el puesto hacía dos semanas, aunque no se apunta motivo alguno.

Fuera cual fuera la causa, el ataque refleja una situación terrible. Este mismo mes, otros tres policías municipales fueron asesinados en la localidad de Fresnillo, 100 kilómetros al sureste de Sombrerete, emboscados mientras patrullaban. Antes, entre el 14 y 15 de enero, otros tres fueron asesinados en Zacatecas y Guadalupe, municipio del área metropolitana de la capital. Todos pertenecían a corporaciones municipales.

La situación de inseguridad en Zacatecas trasciende a los cuerpos de policía. En 2021, la entidad registró 1.632 víctimas de asesinato, según la cuenta del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la cifra más alta desde que hay registros. Según la última entrega de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi, Zacatecas capital y Fresnillo aparecen en la lista de ciudades donde un mayor porcentaje de vecinos considera que vivir es inseguro. Fresnillo encabeza el ranking.

Las ejecuciones al estilo de la delincuencia organizada, la aparición de cuerpos colgados en puentes y los ataques armados entre criminales y de criminales a la población profundizan una crisis cuyo tamaño aumenta. Los retos y desafíos a la vida pública se suceden, caso por ejemplo del abandono de 10 cadáveres frente al Palacio de Gobierno de Zacatecas el pasado 6 de enero.

La situación y cualquier posible resolución apunta además a una de las familias destacadas de Morena, partido de López Obrador. El gobernador del Estado es David Monreal y el alcalde de Fresnillo, uno de los municipios más importantes, su hermano, Saúl Monreal. Ambos son hermanos además del líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, uno de los posibles candidatos a la sucesión de López Obrador.