Zacatecas, Zac., Al menos 50 mil cabezas de ganado mayor están en riesgo de morir de sed o ser vendidas a muy bajo precio en los rastros, por la sequía que azota a Zacatecas, una condición agroclimática que se ha acentuado durante la década reciente.
Según la Secretaría del Campo (Secampo) del estado, a corto plazo está en riesgo 5 por ciento del hato ganadero mayor, que es de casi un millón de reses.
Sin embargo, si la sequía se prolonga, los animales estarán en riesgo, pues cada uno requiere 60 litros de agua a diario para subsistir, y los productores con menos recursos no podrán mantenerlas.
Francisco Mojarro, integrante de la Asociación Mexicana de Hidráulica, advierte que la entidad ya vivió un periodo largo de secas de 2009 a 2012.
Explicó que esa sequía es comparable a la que afecta al estado de 2019 a la fecha y ocasionó que en el distrito de riego 34 los productores perdieran cerca de 22 millones de dólares por la muerte de animales y cosechas, pero también perjudicó al gobierno y a los organismos responsables de la distribución de agua potable, ya que “gastaron 10 millones de dólares más en energía para bombear más agua” para usos doméstico, agrícola e industrial.
Este encarecimiento de la extracción de líquido de los pozos agrícolas continúa, pues cada vez hay que perforar a mayor profundidad, lo que a su vez encarece los productos agrícolas.
De acuerdo con la Secampo, a principios de este siglo los campesinos extraían agua de pozos que en promedio tenían una profundidad de entre 60 y 100 metros, pero en la actualidad va de 180 a 250 metros. Además, a mayor profundidad, el líquido es de menor calidad, pues tiene mayor concentración de minerales y salinidad no aptos para muchos cultivos.
Jesús Vallejo Díaz, subsecretario de Secampo, informó que Zacatecas dedica 5.3 millones de hectáreas a las actividades pecuarias, mientras las agrícolas ocupan un millón 50 mil hectáreas, “de las cuales más de 440 mil son suelos de clase 3 y 4, es decir, no aptos”.
Como resultado, las cosechas son escasas y esos suelos se están desertificando, a tal grado que los campesinos obtienen no más de 120 a 130 kilogramos de frijol por hectárea. Las mejores milpas producen entre 600 y 800 kilos por hectárea en Zacatecas, que es el primer productor nacional de esa leguminosa.
Eso deja a los agricultores mexicanos, en desventaja con los de Estados Unidos, quienes producen entre 1.5 y 1.8 toneladas de frijol por hectárea, según un estudio de la Universidad Autónoma Chapingo y la Universidad de Sonora.