Día negro en la escena musical colombiana y electrónica. La popular DJ Camila Gil, quien acumula 425.000 seguidores en su perfil de Instagram, pidió hace unos días a su comunidad que no dejara de rezar oraciones para su recuperación. No especificó qué problema padecía. Este jueves ha irrumpido la noticia de su deceso a golpe de comunicado en la citada red social.
Su fallecimiento, a la escasa edad de 29 años, ha supuesto un verdadero terremoto en Colombia, donde su figura trascendía el mundo digital: era una auténtica líder de masas y estaba considerada por muchos como una auténtica pionera en su sector. “Con profundo dolor, informamos del fallecimiento de Camila Gil, artista, mujer trans, DJ y referente invaluable de la escena electrónica y de la comunidad LGTBI+“, inicia el texto, rubricado por su familia.
Una carta al cielo
Dicho manifiesto ahonda en su legado social y musical, más que en los detalles de su muerte, que, por el momento, permanecen en la penumbra de la duda. “Camila fue mucho más que su talento: fue un símbolo de libertad, autenticidad y resistencia. A lo largo de su carrera, marcó con fuerza y pasión cada escenario que pisó, llevando su mensaje y su arte a través de la música”, prosigue el comunicado.
En la misiva se habla de cómo “su energía, su luz y su valentía transformaron vidas y abrieron caminos para muchas personas” que, después, se volcaron con su música. A todos ellos dedica unas palabras: “Agradecemos profundamente el amor y la admiración que tantas personas han expresado por ella. Camila deja una huella imborrable en nuestros corazones y en la historia de la música”.La DJ había dado la vuelta al mundo con sus canciones y había participado en muchos de los más grandes escenarios de la música electrónica. Ahora su llama se apaga para siempre.