23 junio 2020.- La palabra Vipassana significa ver las cosas tal como son. Es una de las técnicas de meditación más antiguas de la India. Se enseñaba en la India hace más de 2500 años como una cura universal para problemas universales, es decir, como un arte. Es un proceso de auto-purificación mediante la auto-observación.
Asi pues, este tipo de meditación se refiere a la observación del mundo, tal y como es. Se practica en silencio y se trata de observar las cosas sin juicios ni añadidos que distorsionen. La meditación Vipassana ha inspirado prácticas bastante extendidas de atención plena o midnfulness que se llevan a cabo hoy en día.
La práctica meditativa nos enseña a relajarnos y a aprender a no hacer “nada”. Se necesita un poco de entrenamiento para lograr dejar la mente en blanco, pero empezar poco a poco y progresivamente hará que notes resultados. No importa por la práctica que decidas llevar a cabo de meditación todas te ofrecen herramientas para lograr ganar vitalidad y bienestar.
¿Cómo se hace?
Existe un poco de confusión con respecto a esta práctica, pero básicamente inicia con el practicante sentado en el piso con las piernas cruzadas y la espalda recta. También existe la alternativa de usar una silla, pero es importante no recargarse en el respaldo. Una vez que se adoptada la postura correcta, el primer punto es desarrollar concentración a través de la práctica de samatha o calma. Lo cual usualmente se realiza a través del seguimiento de la respiración, durante el cual el practicante enfoca su atención a como entra y sale el aire y las diferentes sensaciones de su paso en el cuerpo. Como la sensación de frescura alrededor de las fosas nasales o cómo el abdomen se llena y vacía. Conforme otros estímulos empiecen a aparecer como olores, sonidos, sensaciones de tensión o dolor, el meditador debe notarlos y dejarlos ir, sin involucrarse con ellos o desarrollar narrativa alguna. Cada que alguna distracción ocurra es importante volver a llevar la atención a la respiración.