Imparte el artista Taniel Morales taller sobre arte no formal en Zacatecas

En el marco de la exposición “Incidencias” y como parte del Ciclo de Re-lecturas, que lleva a cabo el Gobierno de Zacatecas, a través del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, inició en la capital el taller “Arte no formal y procesos situados. Cómo transitar entre mundos”, a cargo del artista y educador multidisciplinario Taniel Morales.

En su afán por regenerar el tejido social y al mismo tiempo ofrecer a la sociedad espacios para la reflexión respecto al arte y sus procesos, el Gobierno que encabeza David Monreal Ávila instauró en el Antiguo Templo de San Agustín este taller que se añade a las actividades de mediación que lleva a cabo el Sistema Estatal de Museos del IZC.

Taniel Morales, quien ha trabajado en en radio, teatro, performance, video y arte sonoro, desde principios de la década de los 90, encabezó este espacio que tiene metodologías de la educación popular, lo que significa que quienes lo integran habrán de construir el conocimiento que necesitan a partir de una serie de propuestas en torno a una noción de qué es el arte no formal.

La intención es cómo pensar el arte que no está basado en las formas sino en los sentidos y los procesos situados; un proceso situado, explicó Taniel, es hacer un pequeño análisis de dónde estamos, quiénes somos, qué queremos, qué es lo que tenemos y, a partir de ahí, arrancar los procesos. Éste, agregó, “es un taller de educación no formal lo cuál significa que la participación es la que va guiando por dónde se va.

Reflexionó que el arte contemporáneo nos da permiso “pero hay que preguntarnos permiso para qué y por qué queremos ese permiso, si de repente queremos romper con un arte que sea estético y buscar el territorio de la transestética entonces nos tenemos que comprometer con otra serie de investigaciones que pasan más por el sentido”.

El objetivo del taller, que se realiza mediante el programa de Apoyo a las Instituciones Estatales de Cultura (AIEC), para Taniel, como facilitador, es la creación de un grupo, pues lo que intenta en sus sesiones es crear grupos que puedan seguir trabajando después del taller, “porque para mí el principio que permite crear un arte situado, un arte que se desde el concepto en el que se está pensando, es la autonomía; entonces, para mí, la autonomía es el principal objetivo que busco en los talleres”, puntualizó.

Así que el grupo tiene que construir el conocimiento que necesita y, a partir de una escaleta y una serie de incitadores que va siguiendo el grupo, toma su propio rumbo y él les sigue. Aquí se revisó la noción de qué es el arte no formal, qué es una propuesta ante un arte contempráneo que se ha convertido más que nada en un comercio, en un negocio y en una venta de identidades.

Entonces, explicó, surge la noción de “arte no formal” como una respuesta desde otras latitudes, que no son las del norte global sino desde el sur de lo que podría ser un arte actual, “pero que de repente ya no cumple con los valores de lo que nos han vendido de qué es el arte”.

Dijo que en este transitar hay muchos procesos que se dan en el arte “y que de repente mucha gente se pregunta ¿por qué es arte?, y básicamente es arte porque alguien nombra como arte esos espacios gracias a la libertad que da el arte para hacer cosas, que no caben y que no son investigación científica, que no son deporte, ¿qué son, entonces?, son arte”.