Falta de aguanieve en invierno recrudece sequía en Zacatecas

La falta de precipitaciones de aguanieve en los pasados meses de diciembre y enero causó serios estragos en el sector rural de Zacatecas, pues su ausencia provocó que la mayor parte de los bordos, abrevaderos y pequeñas represas de la región centro-norte de la entidad se encuentren sin agua para que beban los hatos de reses, cabras y borregos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural estatal y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

La Conagua indica que el ciclo de lluvias en el clima estepario de Zacatecas tiene normalmente dos periodos anuales; uno de ellos corresponde al invierno, entre los meses de diciembre y enero. Luego en el verano, por lo general llueve de junio a septiembre; ambos periodos dejan una precipitación promedio anual de 350 a 400 litros de agua por metro cuadrado.

Sin embargo, en el invierno anterior no hubo aguanieve, lo que al momento perjudica a cientos de productores rurales de ganado bovino, caprino y lanar, no sólo porque los estanques naturales no se recargaron de agua para que los animales abreven, sino también porque la falta de lluvia mantiene a los agostaderos totalmente secos, sin pastos ni matorrales frescos que sirvan como forraje.

Así, los campesinos y ganaderos se verán obligados a vender sus animales al rastro, antes que verlos morir de sed y hambre. Además, las sequías severas se ha agudizado en las últimas décadas por el cambio climático.

En la presa ubicada al sur del manantial Tolosa, en los límites de los municipios de Guadalupe y Trancoso, se erigieron cuatro cruces en memoria de cuatro jóvenes ganaderos familiares entre sí, de apellidos Juárez y Escalera, quienes según testimonios de lugareños, murieron ahogados junto con sus caballos en 1981, al intentar cruzar a caballo el embalse, entonces rebosante de agua.

Actualmente, 41 años después, este cuerpo de agua se encuentra prácticamente seco.

Ante el actual panorama, la Comisión Nacional de Zonas Áridas ha informado que tiene programado implementar en los estados de Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas, durante las próximas semanas, la técnica de “bombardeo de nubes”, procedimiento que implica arrojar desde aeronaves moléculas de yoduro de plata, para propiciar precipitaciones pluviales.