A siete días de que iniciara el paro de labores de los elementos de la Secretaría de Seguridad del estado de Zacatecas, las autoridades no han respondido a las demandas de los policías, en cambio les han amenazado con despedir a todos los que han sido parte de la protesta.
De acuerdo a declaraciones que los uniformados han hecho al diario NTR Zacatecas, las autoridades del estado que han accedido a reunirse con los voceros del movimiento solamente han abordado el tema de su liquidación argumentando la pérdida de confianza.
Asimismo, informaron que el mismo secretario de seguridad pública, Adolfo Marín Marín, a quien están exigiendo con el paro que renuncie a su cargo, dijo que de ser necesario podrían despedir hasta 100 policías.
Al sostener una mesa de diálogo, explicaron a NTR, el secretario de seguridad, la secretaria de gobierno Gabriela Pinedo Morales y el director jurídico del gobierno, Ricardo Hernández León los trataron ‘como delincuentes’ y solamente les explicaron el cálculo de su liquidación.
Hasta el momento se han sumado a la manifestación aproximadamente 200 elementos estatales de seguridad, así como el personal foráneo de destacamentos en las Unidades Regionales de Seguridad ubicadas en los municipios de Sombrerete, Río Grande, Fresnillo, Villa de Cos, Villanueva, Trancoso y Loreto.
Los uniformados han exigido diálogo con el gobernador del estado, David Monreal Ávila, quien no ha dado respuesta. En su representación acudió la secretaria de gobierno quien les dijo, el tema deberá ser resuelto con el secretario de seguridad, mismo que los redirigió con el titular del ejecutivo.
La primera oleada de protestas inició en 19 de marzo cuando los policías exigieron despedir a tres mandos quienes ejercían maltratos y favoritismo a los uniformados, siendo estos el subsecretario de Seguridad Pública e Inteligencia Policial, José Aciano Medrano; Israel Reyes García; el encargado del despacho de la Dirección de la Policía Estatal Preventiva, y de Lizbeth Takahashi Castañeda, jefa de la división de las fuerzas estatales.
Las movilizaciones se detuvieron cuando Marín Marín se comprometió a cesar dichos mandos, sin embargo, lejos de cumplir con su palabra, despidieron a los voceros de la manifestación, lo cual trajo una segunda ola de protestas y el paro laboral que ya cumplió una semana.