La gastronomía zacatecana es muy amplia, debido a su extensión geográfica y las áreas con las que limita. Ya que la Semana Santa está a unos días de llegar, en esta ocasión nos damos una vuelta por los platillos tradicionales que más se consumen en el estado durante la cuaresma.
A diferencia de otros territorios, los productos de la tierra son una opción más viable que los del mar. Prepárate para probar las maravillas que ofrece Zacatecas para tu paladar.
Capirotada
Uno de los diferenciadores de la capirotada zacatecana es que el caldillo se hace a base de leche e incorporan sabores como el del piloncillo, la pimienta y los clavos. En algunas zonas también se le añade cebolla, queso rallado y piezas de tomatillo.
Pipián
El pipián se vende en forma de bolitas en el mercado. Las preparaciones varían entre ellas, pues durante la cuaresma se elige como acompañante de papas, pollo e, incluso, de tortitas de camarón.
Huachales
Se trata de maíz seco y quebrado, con el que se hace una sopa en la que se integran ingredientes como el jitomate y el comino. Si bien el producto está disponible todo el año, regularmente sólo se consume en cuaresma.
Tortas de huachal
Se elaboran con huevo y el polvo que resulta de la molienda de huachal. Generalmente se sumergen en pipián, mole rojo o en distintos caldillos con nopales. La textura es por demás satisfactoria.
Enchiladas
Cualquiera que haya acudido al Festival Cultural en plena Semana Santa podrá recordar las calles repletas de puestos de enchiladas rojas. El relleno es de queso y a veces lleva cebolla. La guarnición son papas y zanahorias fritas, algunas veces con mantequilla.
Recuerda que, si prefieres hacer estos platillos en tu casa, nada mejor que acudas a los mercados locales, como el del Arroyo de la Plata y el Genaro Codina. Los precios son accesibles y se requiere el mínimo tiempo de preparación en cada uno.