16 junio 2020.-Proyecto Pluma comenzó como una búsqueda personal de sus creadores. Al igual que muchas de las personas que se acercan hoy a sus talleres, ellos se sentían perdidos y buscaron la forma de revertir lo que les sucedía.
Hoy desde el espacio charlan con Caras y nos cuentan sobre su profesión que busca generar un desarrollo interno en los consultantes.“No nos gustaban nuestros trabajos y no creábamos los vínculos que queríamos, es decir, no llegábamos a tener la vida que imaginábamos. Esto nos llevó a incorporar herramientas de desarrollo personal como el teatro, el coaching, el reiki, la consultoría holística, entre otras”, destacan Agustin Capobianco y Michelle Duré, coachs y fundadores de Proyecto Pluma.
Durante estos procesos los emprendedores lograron transformar sus vidas y, desde ese entonces, buscan brindar herramientas de cambio a sus asesorados. “Descubrimos el deseo de formarnos para compartir con otros todo aquello que habíamos aprendido. A partir de allí, empezamos a dar talleres gratuitos y formaciones de lo que nosotros llamamos Coaching Holístico”.
¿Qué es el coaching holístico?
El Coaching Holístico se basa en acompañar a una persona de un punto a otro, creando un contexto de registro y acción para que logre ese objetivo que desea y pueda tener resultados perdurables en el tiempo. Abordamos el proceso desde una mirada holística, entendiendo a la persona como un ser que integra todos sus cuerpos (físico, energético, emocional, mental y espiritual). Habitamos un sistema donde lo que sucede es un resultado de las acciones por lo que tenemos el poder para cambiarlo.
El objetivo final es que la persona pueda encontrar sus propias herramientas identificando sus momentos de bienestar para reproducirlos en el futuro, tomando como aprendizaje los resultados obtenidos durante el proceso de coaching.
Los vínculos y la autovaloración son temas muy consultados. Pero en nuestra experiencia nos encontramos con que no se trata sólo del problema puntual que pueda estar transitando una persona sino de la manera en que lo está mirando.
La mayoría de nosotros venimos de generaciones y generaciones acostumbradas a relacionarse con el “error” de una forma muy rígida, como por ejemplo, desde la culpa y el juicio. Lo que buscamos en Proyecto Pluma es que las personas logren observarse desde una perspectiva sana, liviana, en la que puedan amigarse con ellos mismos en todas sus facetas y reconocer qué tienen para brindarle al mundo.