En Guadalupe, Zacatecas, un joven repartidor fue víctima de abuso policial tras ser detenido por una maniobra imprudente en su motocicleta.
Aunque intentó huir, su padre le aconsejó detenerse a través del casco con sistema de comunicación. Sin embargo, los agentes lo golpearon brutalmente y lo grabaron, obligándolo a autoincriminarse como narcomenudista bajo las órdenes de un capo.
Cuando los policías descubrieron que era hijo de un periodista, lo liberaron de inmediato. La familia denunció el hecho y exige justicia. Señnala la corrupción y los abusos en las corporaciones de seguridad de Zacatecas.
El caso generó indignación en redes sociales, donde usuarios exigen sanciones contra los agentes responsables. Mientras tanto, el joven y su familia temen represalias, pero confían en que las autoridades investigarán el caso y castigarán a los responsables de este abuso de poder.