El autocuidado se refiere a la capacidad de las persona para promover la salud, así como prevenir y enfrentar enfermedades
El autocuidado es una de las mejores herramientas para preservar la salud y supone una estrategia efectiva para prevenir enfermedades como el cáncer colorrectal, destacó este miércoles una especialista.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autocuidado se refiere a la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a las enfermedades.
En ese sentido, Hernández señaló que priorizar el cuidado de uno mismo puede impedir que se desarrollen enfermedades tanto agudas, como la diarrea, catarro e incluso la enfermedad ocasionada por el coronavirus; hasta crónicas como el cáncer colorrectal.
La especialista recalcó que este tipo de cáncer representa la tercera causa de muerte en el mundo y en México el panorama no es diferente porque “se reportan unos 15 mil casos anuales”.
Agregó que es una enfermedad que ha tenido un crecimiento exponencial en las últimas décadas, pues mientras hace 10 años se diagnosticaban a mil pacientes al año, hoy la cifra es mucho mayor “creció en un 300 por ciento”, recalcó.
Diagnóstico tardío
Aunque las estadísticas en número de casos han cambiado, Hernández lamentó que sigue igual el retraso en el diagnóstico ya que es una enfermedad que no produce síntomas.
Destacó que esta enfermedad puede ser prevenible y, por ello, exaltó la importancia de que las personas se informen respecto a las acciones que pueden tener para prevenir este tipo de padecimientos.
“Alimentarse saludablemente, mantenerse físicamente activo y someterse a revisiones médicas periódicas son solo algunas de las recomendaciones”, indicó.
Añadió que se deben conocer los factores de riesgo que pueden derivar en este padecimiento como la obesidad, el alcoholismo y el tabaquismo, que son “evitables”.
Colonoscopía auxiliar en detección
Uno de los factores de riesgo para desarrollar el cáncer colorrectal es la aparición de pólipos en el intestino, los cuales de no ser detectados y tratados a tiempos pueden derivar en la enfermedad.
La doctora Hernández afirmó que una de las herramientas para detectar tempranamente estos pólipos es la colonoscopía, un estudio que permite determinar la localización y el tamaño de las lesiones.
Hacer detección de este tipo de lesiones cuando están en etapa temprana, abundó, ayuda a que el cáncer se diagnostique en etapa temprana, que uno o dos tratamientos sean eficientes y que el cáncer se pueda curar.
Finalmente, dijo que el autocuidado de la salud incluye la visita a especialistas si hay factores de riesgo como tener 50 o más años de edad, dolor abdominal persistente, sangrado en heces, pérdida inexplicable de peso y familiares con antecedentes de este padecimiento.
Aunque si hay antecedentes familiares de cáncer o pólipos, la recomendación es que desde los 45 años y anualmente, las personas acudan a sus revisiones médicas para detectar cualquier lesión premaligna.
Fuente: López Dóriga Digital